Se sabe que El Pallars estuvo poblado desde la prehistoria, de la que nos han llegado numerosos testimonios en forma de monumentos megalíticos.
Parece que la presencia romana no fue muy intensa, a diferencia del Valle de Aran, aunque los recientes hallazgos arqueológicos comiencen a indicar lo contrario.
Ya en la época medieval y a partir de la desarticulación del mundo romano, fueron las comunidades de las montañas las que explotaron sus recursos naturales.
En los tiempos de las invasiones musulmanas, el territorio se vio sometido a poca más que al pagamento de tributos o impuestos territoriales.
Después de la conquista y el dominio de los condes de Tolosa, se inicia la casa condal del Pallars, que seria la más longeva de todos los condados catalanes y que se acabaría en el año 1487 con la caída del castillo de València d’Àneu y el fin del dominio de Hug Roger III.
La crisis general del orden feudal tiene su continuidad en la edad moderna y en la transformación del condado pallarés en un marquesado en manos de la casa de los Cardona. Este marquesado coexistía con diversos señoríos, pero entre todos formaban parte de una estructura superior, real, que sería la sotsvegueria de Pallars y que en el siglo XVIII se convertiría en el corregimiento de Talarn.
Desde finales del siglo XVIII hasta el año 1870 la población crece hasta llegar a su cúspide demográfica de 20.348 habitantes el año 1860.
A partir de 1870 y hasta 1910 hay una crisis de la economía de subsistencia, que hasta ese momento había prevalecido y empieza un declive demográfico y económico a causa de la desamortización civil de Madoz, la mala climatología y la llegada de la «fil·loxera», entre otras.
Desde el 1910 hasta al 1960, y a causa de la implantación de las hidroelèctricas, se inicia un proceso de modernización de la sociedad tradicional, truncada por la guerra civil y la posguerra.
Desde 1960 hasta el 1980 la comarca sufre una segunda crisi provocada per la mecanización del campo y la industrialitzación de las ciudades, que llevaran el Pallars a una nueva disminución demogràfica hasta el punto de quedarse sin la mitad de la población (5.247 habitantes).
Fuente: Turisme Pallars Sobirà
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